martes, 27 de noviembre de 2007

Rosario

¿Cómo decide Alá la rosadez de un ser humano? ¿Por qué Pantro es tan pelotudo?

martes, 20 de noviembre de 2007

Christian Castle

Querido por muchos y odiado por otros, el actual goleador del equipo de villacrespo, con pasado glorioso (?) en varios equipos de primera division , Protagonizó este fin de semana una situación mas que llamativa.
Su equipo perdia con justicia frente al Albo en floresta, él, para variar, veia el partido comodamente desde un palco ,el cual la dirigencia de All Boys habia decidido cederle ,a fin de evitar que el susodicho tuviese que ver el partido desde una platea y asi ser blanco de continuos improperios.
La historia parecia repetirse , Atlanta cayendo claramente ante un rival superior, y nuestro amigo (?) Christian , sufriendolo desde su comodo palco.
Pero no todo finalizo en armonia como se suponia , faltando pocos minutos para la finalizacion del match , el equipo azul y oro (?) logro el agonico empate que se le venia negando hasta el momento.
Christian , eufórico , a golpes de puño destrozó el vidrio del palco que lo separaba de la platea local.
Consecuencia: 5 heridos con cortes provocados por la voladura del mencionado vidrio , 1000 hinchas del Albo , tratando , literalmente , de linchar a puño limpio a nuestro amigo , compañero de vicios del Señor Coconut Alfie Basile y por que no del señor que tiene 5 espectaculos en la calle corrientes y portador de una pata de palo.
En fin , Christian se tuvo que retirar en un patrullero del establecimiento a fin de conservar su fiestera vida .

Informo desde Buenos Aires ,Argentina, Sr Fain Jr.

PD: oi oi oi oi , oi oi oi oi , es el equipo de Ramon.

sábado, 17 de noviembre de 2007

Pellegrini, un visionario

El maltratado césped, testigo de más de un acontecimiento épico, como la vuelta de Soda Stereo o el recital de Roger Waters, esperaba a las cuatro de la tarde para que Messi y compañía hicieran sobre él, gala de la superioridad- futbolística y racial- que nuestro país ostenta sobre Bolivia desde hace décadas.

Perdí las ganas de escribir ohhh, basta, no tengo ganas de seguir con este maldito artículo, que si bien empezó bien, con un par de buenos chistes y demostrando una vez más mi capacidad infinita para escribir y mi inteligencia excepcional, está desafiando mi escasa paciencia.

Así que voy directo al grano:

Pellegrini, más allá de la performance actual de tu equipo, sos un completo imbécil, riquelme no sólo tiene que jugar los noventa siempre y llevar la cinta de capitán, tendría que tener un garage para él sólo, permiso para visitar a su familia cuando quiera, y el derecho de exigir que se repita la charla técnica si él en ese momento tenía más ganas de escuchar una cumbia en su mp3 (aunque siendo román, debe escuchar música de calidad, acorde a su juego elegante). Cacheses, fain: no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Aguilar: no te mueras nunca.

Lo dije antes y lo digo de nuevo: Belluschi es una mentira. Jugador altamente sobrevalorado. De más está decir que no es crack y nunca lo será.

Ha sido una semana muy grata.

No creo que haga falta mi firma, llevo la marca de la gorra.

jueves, 15 de noviembre de 2007

Las aventuras de... ¡El Rengo!

Había una vez un rengo. Sí, un rengo. Ni manco ni tuerto: rengo. Lo llamaremos Mierda. Hmmmm, tal vez sea demasiado duro. Lo llamaremos sólo R.
R salió un día de su casa. Al llegar a la tercera cuadra de las 11 que caminaba cada día para llegar a su colegio de discapacitados, se dio cuenta de que le faltaba algo. No tenía una pierna. Claro, el día anterior había sucedido lo mismo. Y también hace 48 horas.
En el DiscapaCollege vivió toda una mañana harto instructiva en la que le enseñaron, entre otras cosas, a saltar en una pata y a jugar al Pirata Mala Pata (la mala tenía que ser la buena, lo cual lo confundió y lo hizo perder rápidamente). Su horario concluyó y volvió a casa. Pero cuando estaba cerca (a tres cuadras) se dio cuenta de que le faltaba...
Tras una larga reflexión vespertina, notó que quería cambiar. Añoraba ser normal. No deseaba más compartir sus mañanas con inútiles a los que les faltaba algo. Porque Mierda (perdón, dije que lo llamaría R) se sentía distinto.
Entonces fue a un médico. A otro. Y a otro. Hasta se encontró, sin suerte, con el teniente Dan. Pero una noche sucedió algo que modificaría por siempre su vida.
Eran cerca de la 2 de la mattina cuando la ventana se abrió de par en par hasta que sus marcos impactaron contra la pared. R dormía profundamente. Un viento invadió su habitación de hermoso rengo y las cortinas se despatarraron como si quisieran escapar del palo que las sostenía. R no se despertó. Al menos hasta que algo entró por la ventana y le golpeó la pierna sana. R dio un salto que lo hizo darse coco con coco con el invasor.
-¿Quién eres tú? - dijo R antes de volver a caer acostado.
-¿Por qué desprecias lo que tienes? - primereó el visitante, que portaba capucha.
-Dime quien eres o gritaré.
-Si gritas, pierdes tu última chance.
-¿Mi última chance de qué?
R se avivó. Fuera lo que fuera, la sorpresa lo ayudaría a cambiar. Para bien o para mal (mucho peor, creía él, no se podía estar). Así que decidió escuchar con atención.
-Mira R... Yo sé lo que pasa con cada uno de los habitantes de este mundo. - A esta altura todos imaginamos que se trata de un ángel, de Cristo, del Diablo o de alguno de esos personajes que pueden hacer milagros- Sé lo que sienten todos, lo que les falta. Créeme que hay casos en los que me emociono o me divierto y entonces pongo a disposición mis poderes.
-¿Me ayudarás a caminar con dos piernas?
-Depende...
-¿De qué depende?
-De ti.

(Continuará...)

M.S.